miércoles, 4 de junio de 2014

APUNTE HISTÓRICO-ARTÍSTICO SOBRE SAN MIGUEL DE ESCALADA


          San Miguel de Escalada

Historia:

 

    Los orígenes del actual conjunto monumental de Escalada, se pierden en la noche de los tiempos, aunque modernas excavaciones arqueológicas van sacando a la luz su historia. En dicho lugar se han encontrado restos romanos tardíos de los S.IV y V, posiblemente pertenecientes a una explotación agrícola, aunque hay autores que defienden la existencia de un templo romano dedicado al culto del dios Mercurio, protector del comercio, los caminos y guía de las almas.

     Mas abundantes son los restos de la época visigoda pertenecientes a los siglos VI y VII, en que hay constancia de la existencia de un templo bajo la advocación del Arcángel San Miguel, con funciones semejantes a las del dios romano Mercurio. Este templo visigodo fue destruido durante la invasión árabe del S.VIII.

       A finales del S.IX, un grupo de monjes cristianos (mozárabes) dirigidos por el obispo Alfonso, huyeron de Córdoba buscando protección en estas tierras, entonces pertenecientes al reino astur-leonés bajo la corona del rey Alfonso III el Magno.

     Dicho rey necesitaba repoblar estas tierras reconquistadas recientemente y para ello favoreció asentamientos de cristianos mozárabes que huían de las condiciones impuestas por los árabes en el Sur de la Península. Al grupo dirigido por el obispo Alfonso les entregó unos terrenos cerca del río Esla a unos 20 Kms de la ciudad de Leon y donde había existido el mencionado templo visigodo de San Miguel Arcángel.

    Los monjes con ayuda de familias que habían realizado el viaje con ellos desde Córdoba, aprovechando los restos del templo visigodo, en poco tiempo levantaron una iglesia de tipo basilical de tres naves en el estilo que actualmente se denomina “Arquitectura de Repoblación” y que se extendió por la zona norte del río Duero con otros templos de la misma época y características como Santiago de Peñalba o San Cebrián del Mazote.

                                                                                                             

      Este hecho se recogió en una lápida, desaparecida, pero cuyo texto fue transcrito por Manuel Risco, “España Sagrada” de 1.784. En dicho texto se afirma que en el año 913 se levantó la Iglesia de San Miguel de Escalada por el obispo Alfonso, bajo el reinado de García I (911-914) y su mujer Mumadonn y que en su consagración estuvo presente el obispo de Astorga, Genadio, el famoso ermitaño del Valle del Silencio de Peñalba.

    La primera regla que rigió en el monasterio fue la de San Isidoro, aunque tras el Concilio de Coyanza(1.050) adoptaron la regla de San Benito. En ese mismo año(1.050) visitaron el monasterio los reyes, Fernando I y su esposa Sancha, para celebrar la incorporación del Monasterio al Infantado de León. En dicho acto estuvieron presentes las autoridades eclesiásticas con el obispo Cipriano al frente, siendo abad Sabarico, fallecido en 1.059 y que mando abrir la actual puerta de entrada sobre su tumba, según consta en una lápida existente en la misma.

    En el año 1.088, tal y como se recoge en una inscripción en el ara del altar principal, siendo abad Suero Álvarez y con presencia del obispo, Pedro, hay una restauración que coincide con la construcción de la Torre, la prolongación del pórtico y el denominado Panteón de los Abades dedicado a san Fructuoso, ya en clave puramente románica.

     Durante el reinado de Alfonso VII la infanta doña Sancha Raimundez se hace cargo del Patronato de San Miguel de Escalada y en el año 1.155 el Monasterio es donado a la orden de San Rufo, cumpliendo el deseo de doña Berebguela, esposa de Alfonso VII, hija de los Condes de Barcelona y devota san Olegario, abad General de la orden de San Rufo, convirtiéndose San Miguel de Escalada en un Priorato de la abadía central de Provenza, con la única dependencia directa a ella y al Papa.

    Por escrituras conservadas en el archivo Legionense se sabe que en 1.246 los canónigos de San Rufo que eran los dueños del monasterio, lo quisieron vender al cabildo leonés con  todas sus dependencias por 500 marcos de plata pura, pero que la operación no se llevó a término. En el S.XIV(1.355) la peste asoló la región quedando reducida la congregación a un solo canónigo, sin atender a la jerarquía episcopal, causando problemas en más de una ocasión ya que algunos obispos deseaban para sí las riquezas de Escalada.

    En el S.XVI fue nombrado prior, Antonio de Guevara, capellán de Felipe II, cuyo sarcófago se conserva en la capilla de la torre y tiene inscrita la fecha de su muerte el 26 de Marzo de 1.597. A comienzos del S.XVII el obispo Andrés del Caso, consiguió la mediación de Felipe III ante el Papa Pablo V, para que las dos terceras partes del patrimonio del Monasterio, fueran cedidas al Monasterio de Trianos próximo a Sahagún y donde se había creado un seminario. A partir de entonces el declinar fue imparable, hasta que las desamortizaciones del S.XIX redujeron a ruinas sus edificaciones, salvándose únicamente su iglesia convertida en parroquia.

     Afortunadamente, la declaración de Monumento Nacional en 1.886 y las restauraciones llevadas a cabo, han permitido conservar este magnífico edificio.

    Aunque no quedan vestigios del mismo, es muy posible que San Miguel de Escalada contara con un “scriptorium” donde vio la luz el manuscrito conocido como Beato de San Miguel de Escalada, conservado actualmente en la Biblioteca Morgan de Nueva York. En dicho manuscrito de mediados del S.X, el autor se identifica como Maius, señalando que lo escribió en un monasterio dedicado a San Miguel Arcangel. En una anotación posterior del S.XIII se alude a Petrus, canónigo de San Rufo y dado que esta orden se asentó en dicho monasterio bajo esa advocación, es lógico pensar que esa era su procedencia.

 

 

Descripción:

 

      Del conjunto de San Miguel de Escalada lo más importante es su iglesia rectangular de planta basilical que consta de tres naves y otros tantos ábsides con cabecera plana. Está construido en mampostería con refuerzos de sillares en sus esquinas y ábsides, siendo rematada por hiladas de ladrillo en las partes superiores. Son muros relativamente poco gruesos, por lo que se descarta que hubiera intención de abovedar la Iglesia.

    Desde el exterior, a lo largo de la parte sur está el pórtico compuesto por doce arcos de herradura con un alfiz corrido construido en dos fases posteriores a la construcción de la Iglesia. La cabecera plana únicamente tiene contrafuertes en la separación de los ábsides, al estilo asturiano, la cubierta de la cabecera es a tres aguas en el ábside central, mientras que los laterales la tienen a una sola. La nave central es más ancha que las laterales y tiene tejado a dos aguas, mientras que en las laterales la cubierta es a un solo plano. La cubierta de la nave sur(Epístola) está prolongada incluyendo el pórtico.

 

          

     Los aleros del tejado están se sostienen por modillones de rollos escalonados con adornos de rosetas, muy del estilo mozárabe.

    La Iglesia esta iluminada por 17 ventanas, de las que doce se abren en los laterales de la nave central. En la cabecera hay tres ventanas en la parte central de los ábsides y dos ventanas mas esta situadas a gran altura de la nave central. Estas últimas tienen celosías y están talladas en un solo bloque de piedra caliza. Igualmente es muy interesante la ventana que se encuentra en la parte oeste de la galería con dos arcos de herradura enmarcados en un alfiz.

    Lo más conocido de San Miguel es el pórtico situado en el lado meridional. Consta de 12 arcos levantado en dos fases. La primera corresponde a los siete arcos de la parte de poniente y se hicieron en torno al año 925, poco después de finalizar la iglesia. Los cinco restantes que ocupan en lado oriental fueron realizados en el S.XI al tiempo que se levantaba la torre.

     Los siete occidentales son arcos de herradura algo más cerrados de lo habitual y descansan en capiteles corintios con adornos de hojas realizados en mármol blanco y en la parte inferior tienen un doble collarino sogueado. Los cinco arcos restantes tienen los capiteles de mayor tamaño y una de sus caras es plana por lo que indica que son reaprovechados de otro lugar, muy  posiblemente del Monasterio de San Pedro de Eslonza, que fue derruido en una de las incursiones de Almanzor en el año 988.

    En dicha galería se encuentra la puerta de entrada a la Iglesia mandada construir por el abad Sabarico, cuya tumba se encuentra a los pies según indica una inscripción en el arco de la misma. Existe otra puerta cegada que daría al crucero de la Iglesia y que también tiene correspondencia con otra similar situada en la parte norte. En un lucillo podemos ver el sarcófago donde fue enterrado el prior Raunulfo, en el año 1.260

      El interior de la Iglesia sorprende por la forma en que están resueltos los distintos espacios delimitados por arquerías que el efecto de la luz que penetra pos sus ventanales multiplica las sombras, brillos y penumbras.                                                                                         

     Dos hileras de cinco arquerías cada una dividen el volumen en tres naves longitudinales, la del centro(4,75m) más ancha que las laterales(3,00m). Mirando a la cabecera, en la nave central hay tres arcos que separan la nave del presbiterio, también llamado iconostasio. En las naves laterales, esta división se realiza con un solo arco. Los fustes de estas columnas, son de diferentes grosores y texturas lo que apoya la teoría de su reaprovechamiento y procedencia de antiguas construcciones localizadas en las proximidades.

    La decoración alcanza su máxima expresión en los canceles que sirven de separación entre las naves y el transepto. Estos canceles, realizados en piedra caliza, están tallados por una de sus caras y los motivos esculpidos están relacionados con la decoración  visigótica a base de dibujos geométricos, temas vegetales, racimos, aves picoteando, esvásticas de brazos curvos y de forma muy sobresaliente, un elemento desconocido en el mundo visigodo como es la palmera. En resumen un conjunto de relieves que por sus motivos, combina las influencias orientales con los viejos temas visigodos.

   



     El iconostasio que separa la parte de los fieles de los ábsides de la cabecera y que estaba reservado a los clérigos en el culto mozárabe, tiene la misma anchura que las naves laterales y da acceso a los tres ábsides de la cabecera, que tienen planta de herradura y están cubiertos por bóvedas gallonadas de cuatro secciones.

     El conjunto ornamental cuenta con un friso horizontal que recorre la parte más sagrada del templo, que contiene representaciones de águilas y leones entrelazados por un estilizado tronco de palmera de influencia oriental.

    La cubierta de las naves se levantó en el S.XIV sustituyendo a la original que era más baja y plana que esta que vemos actualmente. Tiene pinturas de estilo mudéjar y escudos de Castilla y León.

    El acceso a la parte románica se puede hacer  por la torre a través de una puerta situada en el extremo oriental de la galería o directamente desde el exterior a través de una puerta situada en la parte meridional de la nave. La puerta de acceso a la torre tiene en su tímpano un cancel procedente del iconostasio de la propia Iglesia. Dicha torre en su origen tuvo tres plantas, de las que quedan dos apoyadas en machones y en su lado oeste conserva una ventana con doble arco de herradura, inscrita en un arco exterior. La nave llamada “Panteon de los Abades” conserva una colección de sarcófagos de diferentes épocas.

   Por todo lo expuesto, San Miguel de Escalada reúne una historia milenaria en la que se puede seguir la evolución del Arte de Repoblación, que hunde sus raíces en la arquitectura asturiana, mantiene algunos elementos visigodos e incorpora formas orientales importadas por aquellos hombres que vivieron en contacto con la cultura musulmana sin perder sus señas de identidad cristiana. 

     
Texto: Mikel Unanue. Donosti

Fotos: Paula Guillot

Bibliografia:

"El Románico Asturiano", Alvarez Martinez, M. Soledad. Ed. Trea

"Guía del Románico en España", Cobreros, J. Ed. ANAYA

"Enciclopedia del Románico". Románico Digital. Fundación "Santa María la Real". Aguilar del Campóo.

  

 

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