martes, 18 de marzo de 2014

ORIENTACIÓN DE LA IGLESIA ROMÁNICA*

      Entre los símbolos (románicos), la orientación juega un papel esencial. La iglesia románica sigue las leyes  que regían en su tiempo las iglesias primitivas. Éstas estaban situadas ad orientem. Lo mismo ocurría con las tumbas en los cementerios. La oración se dirige también en el sentido del sol naciente. El ábside de la iglesia románica se orienta en la misma dirección, simbolizando el sol de la salvación (sol salutis); lugar sagrado de donde vendrá , al final de los tiempos, el sol de justicia (sol justitiae) para juzgar a todos los hombres.

Plano de iglesia románica

 
      Este tema evoca toda una tradición. Las palabras Oriente-Occidente se encuentran empleadas en la Biblia, en los Padres y en la era pre-cristiana donde el mundo pagano permanecía sometido  al culto solar. Oriente designa la aurora, el estallido de la luz; en Occidente la luz desaparece, se produce el ascenso y el mito del retorno se lleva a cabo. Oriente posee siempre el sentido de fuente y de origen. También el conocimiento cósmico, en la luz de Oriente, es un conocimiento solar. La luz del amanecer, que se eleva se corresponde con el despertar del alma en términos de la realidad.En la mística, el término "Oriente" significa iluminación. Por eso Guillermo de Saint-Thierry, hablando de la vida espiritual de los cartujos de Mont-Dieu, exclama: "O lumen orientale!". Según la Biblia, el Paraiso terrestre se encuentra en Oriente (Gen., II, 8), y siguiendo la leyenda las puertas del Hades estaban en Occidente(1). Adán, expulsado del Paraiso por la puerta occidental, es echado de Este a Oeste. La ascensión de Cristo se coloca en el Este (Ps. LXVII, 34) y la vuelta de Cristo, ya lo hemos dicho,  se sitúa en esta misma dirección (cf. Mat. XXIV, 27). El sol, siendo considerado como el corazón del cosmos, Clemente de Alejandría retoma este tema para afirmar que Dios es el corazón del Universo.



      Según el testimonio de Eusebio de Alejandria, los cristianos practicaron hasta el siglo V la oración delante del sol naciente(2). Esta costumbre era habitual en los egipcios y en los persas(3). San Agustín menciona la costumbre litúrgica por la cual, en la cristiandad primitiva, se estaba de pie y vuelto hacia el Este para rezar. Si nos volvemos para Oriente para rezar, dirá, no es que pensemos que Dios habita en un lugar preciso como si hubiese abandonado las otras partes del mundo, cuando está presente en todos los sitios. pero el espíritu tiende a moverse hacia lo que es más excelente(4). Los paganos se volvían hacia Oriente para orar y los cristianos los imitaron; los judíos no observaban este rito, ya que es hacia el Templo donde ellos debían dirigir la mirada. Los autores de la Edad Media comentaron con frecuencia este tema de oriente, en particular Richard de Saint-Victor que escribirá:  "En Oriente, recibimos el conocimiento(5)." Cuando Isolda reza, se gira hacia Oriente. El himno de las Laudes del día de Navidad hace alusión "al punto en donde el sol sale".



      La iglesia oriental poseía antiguamente un vano por encima del altar, para que el sol naciente iluminara el santuario. En la iglesia románica  la luz del día cae a través de una vidriera sobre el altar.

Traducción: Javier Pelaz

*"Initiation à la symbolique romane". M.M. Davy. Flamarion. Paris 1977

(1) !Investigaciones sobre le simbolismo funerario de los romanos", Fr. Cumony. Paris 1942, p. 39
(2) "Textos y movimientos", Fr. Cumont. Paris, 1899, p. 356
(3) "Saint Augustine. The Lord´s on the Mount", p. 198. Cf. J. Jepson. Westminster, 1948.
(4) De sermone Domini in monte. Lib. II,  cap. V
(5) Benjamin Major, III, VII

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