jueves, 23 de enero de 2014

LA CANÓNICA DE SANT JAUME DE FRONTANYÀ, EL MÁS GENUINO ROMÁNICO LOMBRADO DE CATALUNYA


    Emplazada en el municipio más pequeño de Catalunya -en número de habitantes, que no en extensión territorial- en medio de un relajante paisaje pre-pirenaico  de gran belleza, la antigua Canónica de Sant Jaume de Frontanyà, es un hermoso ejemplar de arquitectura lombarda del más puro y genuino estilo, de proporcionados volúmenes y formas ( foto 1).
                                          Foto 1
   
    La historia de la canónica de Sant Jaume de Frontanyà empieza en la primitiva iglesia de Sant Jaume de Frontanyà Vell, ubicada en un riscal cerca de la villa de Frontanyà que tenía honores de castillo. Las primeras noticias documentales del lugar es el acta de consagración datada en el año 902, que se conserva en el Arxiu Capitular d’Urgell. No existen documentos suficientes para afirmar con certeza que la vida comunitaria ya existía en ese templo. Lo que si sabemos es que en el año 1140 Ramón Arnau erigió jurídicamente una comunidad que de hecho ya existía. (foto 2)

   


                                                Foto 2

    Posiblemente el núcleo monástico debía exigir una iglesia más importante,   que respondiera a las necesidades espirituales de la comunidad, además de funciones parroquiales. El momento era próspero, se disponían de medios y existía una gran vitalidad religiosa, lo que propició  se abandonara la pequeña iglesia prerrománica  y se escogiera para el nuevo templo un lugar más accesible y adecuado a las nuevas necesidades. (foto 3)

      

                                              Foto 3


Aunque no existen documentos que hagan referencia a la fecha exacta de construcción, es sintomático que a partir del año 1060 y hasta finales del siglo XI, fueron numerosos los legados piadosos y testamentarios a favor de la nueva y monumental iglesia. Entre las dejas más importantes merece referencia la que hicieron Arnau Mir de Tost y su muje,r la vizcondesa Arsenda en el año 1066: donaron a la iglesia. que se construía en el “valle del castillo que se denomina de Frontanyà, del condado de Berga”, el alodio que poseían en Cerdanya y las tierras y viñas de Viladonya, “para que los preveros que cantan mañana y noche en el templo puedan ofrecer sacrificios para los fieles vivos y difuntos”.(foto 4)
                                          Foto 4
   

    Por eso  ya se puede afirmar que en el año 1066 la iglesia de Frontanyà acogía ya una comunidad de preveros que rezaban en común, en unos años en que aún no existía una canónica regular. Ese pequeño grupo debió ser el núcleo fundador de la vida comunitaria y de la creación de la futura canónica agustiniana.
     
                                         Foto 5

    El legado testamentario de Folc Sunifred, señor del castillo de Lluçà y hermano del obispo de Vic Berengue Sunifred, promotor de la reforma y gran impulsor de las canónicas agustinianas, da una onza de oro a la iglesia de Sant Jaume de Frontanyà a finales del año 1074, puede reafirmar también que en ese momento el nuevo templo se estaba construyendo.
   
                                         Foto 6


    La iglesia nueva fue dedicada a sant Jaume, sant Pere y sant Joan. La comunidad agustiniana de Sant Jaume de Frontanyà tuvo una intensa actividad parroquial a partir de 1140 cuando Ramón Arnau, el primer prior conocido, organizó y regularizó jurídicamente la comunidad. De la iglesia parroquial y de la comunidad de canónigos dependían numerosas iglesias dentro y fuera de su ámbito territorial. El prior de Frontanyà proveía de rectores a las parroquias sujetas a su influencia así como de las sufragáneas que eran asistidas por canónigos regulares dependientes de Sant Jaume. A partir de aquí aumentó considerablemente su influencia y patrimonio. La comunidad contaba con cinco o seis canónigos y un prior en los tiempos de mayor prosperidad, adquiriendo el mayor prestigio durante el s. XIII en el que los priores de Sant Jaume eran al mismo tiempo decanos del Berguedà organizando la vida religiosa de la zona con la obligación de velar por la honestidad clerical de los sacerdotes de todo el decanato.(foto5)
                                          Foto 7


    Con la muerte de Arnald Fresc, en el año 1395, se acabaron los priores residenciales de Frontanyà y empezó la lista de priores comendatarios, los cuales se fueron apropiando de las rentas que aún tenía el monasterio. Empezó entonces la crisis de la comunidad, se redujeron a dos los canónicos que tuvieron que abandonar el rezo comunitario del oficio divino para atender el servicio de las iglesias de la zona.
                                          Foto 8


    En el año 1592 el papa, Clemente VIII, extinguió los monasterios de canónigos adscritos a la regla de San Agustín existentes en Catalunya. Esta supresión comporta la posterior dispersión y pérdida de su archivo, la cual cosa explica que sean pocos los datos que se han podido recoger del conjunto monástico erigido dentro la demarcación de la baronía de Mataplana
                                           Foto 9


    Antoni Pladevall ha establecido paralelismos entre las canónicas agustinianas de Sant Jaume de Frontanyà y la de Santa Maria de Lluçà; las dos fueron erigidas a partir de viejas parroquias existentes, ya en los primeros años del s. IX. Antes de constituirse como canónicas, las dos parroquias  congregaron los servicios espirituales de pequeñas iglesias servidas por preveros que más tarde se convirtieron en canónigos, la vida comunitaria no fue consolidada hasta el s. XII y las dos presentan conjuntos monumentales excepcionales.(foto6)
                                          Foto 10


    De la antigua canónica de Sant Jaume de Frontanyà solamente queda la iglesia, ya que las dependencias monásticas, situadas a mediodía y organizadas en torno al claustro del que solamente quedan algunos capiteles, desaparecieron al ser construida la rectoría, que adosaron a la iglesia. Posteriormente se derruyó dejando exenta la iglesia, sin rastro de las dependencias canonicales, exceptuando las huellas que estas dejaron en los muros de la fachada.(foto 7)
                                         Foto 11



    La iglesia de Sant Jaume de Frontanyà es un magnífico edificio  de una nave, cubierta con vuelta de cañón, reforzada por un arco toral, rematada a levante por un transepto en el cual se abren tres ábsides, precedidos de cortos tramos, los cuales establecen la degradación y abertura absidial. ( foto 8)

                                                    Foto 12

    En la intersección de la nave con el transepto, los brazos del cual son cubiertos con vuelta de cañón perpendiculares al eje del edificio, se sitúa una cúpula octogonal, la cual arranca de trompas cónicas, situadas en los ángulos y que forman el paso de la planta cuadrada a la circular.( foto 9)
                                          Foto 13


    El ábside central presenta una ornamentación a base de cinco altas hornacinas semicirculares, separadas por medias columnas rematadas por un pequeño bloque a modo de rudimentario capitel. En uno de ellos una leve talla de tema floral muestra la Y de la doble elección. (Es curioso que solamente se hace mención a ese interesante capitel en la Guia del Romanico en España,de la A a la Z de Jaime Cobreros, detalle que me comentó personalmente el autor. No he encontrado mención en ninguna otra publicación, tampoco se mencionó en las conferencias impartidas en el año 2002, dentro los actos de conmemoración de los 1100 años de la consagración de la iglesia). (foto 10)(foto 11)
                                            Foto 14


    Cada uno de los tres ábsides presenta una ventana central, así como los dos testeros del transepto, una en la base de la cúpula a levante y dos en el muro meridional, todas de doble derrame. En la fachada occidental se abre la puerta de doble arco degradado y una pequeña ventana cruciforme, en medio se abrió un gran óculo en el s.XVI. ( foto 12)
                                             Foto 15


    El volumen exterior es de una claridad y proporciones grandiosas, produciendo una perfecta articulación de volúmenes, combinado con una comedida utilización de elementos decorativos lombardos. ( foto 13)
                                                   Foto 16


    En la intersección de la nave con el transepto se sitúa el cimborrio de doce lados, único en Catalunya. Su forma no es un dodecágono, sino que lo forman cuatro lados planos que corresponden a la nave a los brazos del transepto y a la fachada de levante, mientras que los costados correspondientes a las trompas, forman un ángulo suave, el cual deforma al octógono básico. Bajo la cubierta del cimborio un friso de 36 ventanas ciegas en grupos de cinco, dos y dos. En la base un friso de arcuaciones refundidas respecto al plano del muro formando tres plafones que enmarcan la ventana.(foto 14)
                                                   Foto 17


    Los muros laterales de la nave y el transepto carecen de ornamentación. En ellos se hace evidente el nivel original de la cubierta y el sobrealzado posterior cubierto con teja, debajo de la cual se conserva la cubierta original de losa  (foto 15)

    La cabecera del templo nos muestra tres imponentes ábsides semicilíndricos, decorados con un friso de arcuaciones lombardas los dos laterales. En el central tres series de cinco arcuaciones entre dos lesenas.(foto 16)



    Elaborada composición en la fachada de poniente, donde las arcuaciones y lesenas forman seis plafones repartidos en dos registros, uno inferior que envuelve la portada y uno superior siguiendo las arcuaciones el pendiente de la cubierta. Una espadaña de dos ojos coronaba el vertex de la pendiente, del cual se conservan los montantes integrados en el cuerpo cuadrado del campanario posterior que se edificó al mismo tiempo que el óculo que ocupa el plafón central de la fachada. ( foto 17 )

    El aparejo constructivo es muy uniforme, realizado en sillares pequeños perfectamente cortados y escuadrados dispuestos en hiladas uniformes. Los elementos singulares muestran un perfecto despiece especialmente  los arcos de puerta y ventanas.

    La iglesia de Sant Jame de Frontanyà constituye uno de los edificios más perfectos y proporcionados de la arquitectura lombarda. La tecnología constructiva nos sitúa a finales del s. XI. Las esmeradas proporciones, sobriedad y seguridad decorativa la sitúan como uno de los modelos más representativos, con detalles como los de la fachada de poniente. Paradigma del modelo a seguir por las futuras construcciones, bien sean de canónicas agustinianas, parroquias o monasterios del s. XII. (foto 18)
Resumen, traducción y fotos: Montserrat Rota. Borregá (Barcelona)
 
Bibliografia:
Texto extraído  de "Catalunya Romànica"  vol.XII  El Berguedà, (Enciclopedia Catalana)

"Guia del Románico en España de la A a la Z". Jaime Cobreros. ANAYA.

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