En la localidad de Los Carabeos,
perteneciente al municipio cántabro de Valdeprado del Río (Campóo-Los Valles), se
alza al sur del pantano del Ebro y con una cota de 950 metros sobre el nivel del mar,
el monasterio de Montesclaros, rodeado de
un entorno frondoso de bosques y plantas bajas.
La iglesia del monasterio alberga
la imagen de la Virgen de Campóo, patrona de la comarca. Bajo el altar mayor se
localiza el habitáculo rupestre, que dio origen al santuario. Su construcción está
relacionado con una tradición bastante arraigada entre la vecindad de los
pueblos limítrofes. Su protagonista fue un toro, que, pastando por las cercanas
brañas, desaparecía, de vez en cuando, adentrándose en lo más
recóndito de un cercano bosque. Este fenómeno llamó la atención del vaquero que
le siguió una tarde encontrando al animal en una cueva ante una imagen de la
Virgen. Siempre es un animal -en esta clase de leyendas- quien descubre la imagen mariana.
Cabecera de la capilla con altar de estilo ramirense
La cueva, de dimensiones reducidas, está tallada en roca. Por las señales de picado que registra el recinto, es similar similar a las conocidas en otras iglesias y eremitorios rupestres de la comarca -especialmente, en Valderredible-. “Tampoco permite excluir un inicio del uso religioso del lugar en fechas correspondientes a la Alta Edad Media” (Bohigas Roldán), por monjes evangelizadores que, partiendo de La Rioja, llegaron a estas tierras siguiendo la ribera del Ebro (s. VIII-IX).
La cueva, de dimensiones reducidas, está tallada en roca. Por las señales de picado que registra el recinto, es similar similar a las conocidas en otras iglesias y eremitorios rupestres de la comarca -especialmente, en Valderredible-. “Tampoco permite excluir un inicio del uso religioso del lugar en fechas correspondientes a la Alta Edad Media” (Bohigas Roldán), por monjes evangelizadores que, partiendo de La Rioja, llegaron a estas tierras siguiendo la ribera del Ebro (s. VIII-IX).
Arco de separación de la capilla con el recinto mortuorio
En una oquedad anexa a la cueva existe una capilla con una cabecera prerrománica donde se ubica un altar de estilo ramirense (s.IX), adornado su antipendio con símbolos probablemente celtas. Todo ello nos habla de una comunidad que celebraba la Eucaristía.
En una oquedad anexa a la cueva existe una capilla con una cabecera prerrománica donde se ubica un altar de estilo ramirense (s.IX), adornado su antipendio con símbolos probablemente celtas. Todo ello nos habla de una comunidad que celebraba la Eucaristía.
Enfrente del altar existe otra
estancia rupestre separada de la capilla
por un arco de estilo gótico. Este recinto acoge dos sarcófagos de caballeros sanjuanistas,
con una fecha: 1385. En una de las laudas una inscripción dice lo siguiente:
“Martín Fernández señor principal de los Carabeos y caballero de la Orden de
san Juan de Jerusalén”.
Sarcófagos de los caballeros sanjuanistas
Para concluir recojamos lo que dice el profesor, Bohigas Roldán, al respecto: “Todos los antecedentes medievales del actual convento de Montesclaros, permanecen mal estudiados y por ese desconocimiento no es fácil detallar los orígenes del monasterio o centro de culto”.
Texto y fotos: Javier Pelaz. SantanderPara concluir recojamos lo que dice el profesor, Bohigas Roldán, al respecto: “Todos los antecedentes medievales del actual convento de Montesclaros, permanecen mal estudiados y por ese desconocimiento no es fácil detallar los orígenes del monasterio o centro de culto”.
BIBLIOGRAFÍA:
MONREAL JIMENO, L.A., 1989, “Eremitorios rupestres altomedievales del Valle del Ebro”, Universidad de Deusto, Bilbao, pp 42.
Basílica de Nuestra Señora de Mopntesclaros
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