lunes, 2 de diciembre de 2013

CRÓNICA DE LA VISITA MONOGRÁFICA DE LA COLEGIATA DE SAN PEDRO DE CERVATOS

Es el último día del verano, pero el tiempo acompaña. El sol brilla en lo alto y aunque a estas tempraneras horas aún hace un poco de fresquito, cuando llego a Cervatos ya encuentro a unos cuantos amigos en el lugar.
 
Si bien todavía son las diez de la mañana y la cita está fijada a las diez y media se ve que las ganas del ver románico -y del bueno- han espoleado a nuestros socios a madrugar un poco más para disfrutar de nuestra afición.
 
Javier Pelaz  nos ha preparado un monográfico, pero bajo un punto de vista totalmente diferente del habitual (1). En lugar de llevar un guía que nos explique toda la iglesia, ha encargado a cuatro socios, ninguno de ellos experto ni historiador de arte, que preparen una parte de la explicación y la expongan al resto, buscando que, de esta forma, se dispare una tormenta de ideas y un diálogo entre todos que resulte enriquecedor. La idea es buena y funciona; creo que al final todos acabamos sabiendo más sobre la Colegiata y también aprendimos a no dar por sentadas las teorías habituales citadas en las bibliografias.

Abre fuego nuestra compañera Julia Blázquez, AdR de Madrid, que nos explica la historia del templo y sus vicisitudes a lo largo de los siglos. Los asistentes la escuchan, la interpelan en algunas ocasiones y surge el diálogo: ¿son buenas las fechas citadas y las inscripciones de la portada? Todos estamos de acuerdo: sí, son buenas. ¿Hubo otra iglesia anterior?, ¿de qué estilo?, ¿es cierto lo que de ella se cita en los antiguos cartularios?, ¿son algunos de ellos falsos? Muchas preguntas de difícil conclusión, pero cuestionar lo dicho por los autores y buscar respuestas es el mejor camino para encontrar la verdad.


Continúa nuestro amigo cántabro Tomás Lozano, químico de profesión, -y por tanto, en teoría, alejado del mundo del conocimiento humanístico-, hablándonos de la arquitectura del monumento. Si bien el tema no parece prestarse a muchas disensiones, éstas aparecen : ¿cómo fue la primitiva nave de la iglesia?, ¿se cubrió con bóveda de medio cañón o con un artesonado de madera?, ¿por qué se reconstruye en estilo gótico, hubo un incendio, un derrumbe, un cambio de moda...? De nuevo aparecen interrogantes.

Carmen García, también socia de AdR de Cantabria, nos ilustra sobre el programa escultórico y... aquí viene la discusión más complicada. . Ante tal profusión de imágenes eróticas, algunas de ellas pornográficas, ¿cuál fue su misión?, ¿estamos ante una forma de excitar la procreación de las gentes de aquella época?, ¿son una imagen de los pecados más habituales y, por tanto, son cosas reprochables?, ¿por qué en esta zona abundan este tipo de representaciones, así como en algunos ramales del Camino de Santiago próximos? Continúan acumulándose las especulaciones; se dicute, se debate con más o menos pasión y cada cual  obtiene sus conclusiones. El carnaval erótico de Cervatos da mucho que hablar y lo dará siempre , para desesperación de los expertos  y alegría de los aficionados, que siempre podrán elaborar sus propias teorías.
Finaliza las explicaciones Emilia Higuera, AdR de Cantabria, que expone la portada. Nos la describe exhaustivamente, desde los canecillos y las metopas hasta las basas y... reaparecen distintos pareceres sobre diferentes cuestiones: ¿por qué dos dinteles?, ¿es el tímpano una influencia oriental? Las esculturas de las enjutas son claramente reaprovechadas y pertenecen a otro taller, pero una de ellas: ¿representa a san Nicolás o a san Pedro? Otra: ¿es un ángel o un clérigo? Cada uno expone sus opiniones y explica su teoría. De nuevo un debate sumamente enriquecedor.

 
Entre exposiciones y debates se nos hace la una y media, y, al parecer, nadie tiene ganas de comer; nuestra afición por el Románico hace que todos nos olvidemos de dar al cuerpo su merecido combustible. Si no llega a ser porque alguien se acuerda de la hora, aún seguiríamos allí exponiendo teorías y elucubraciones sobre los "misterios de Cervatos".
(1) Es una técnica conocida como "visual thinking" (pensamiento visual) con que la visión del público se antepone a la visión artística o experta.


Autor: Jesús Ribate
Fotos: Jesús Ribate y Javi Pelaz
                                                                                                                                                                     

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